El Vaticano selló el féretro del papa Francisco y este sábado será despedido en un multitudinario funeral de Estado
El “rogito”, un documento sellado en un tubo metálico, fue introducido en el féretro del papa Francisco como testimonio oficial de su vida y pontificado. La Santa Sede publicó el texto que acompañará al primer papa latinoamericano en su descanso eterno.
La tradición vaticana contempla que al momento del entierro de un Sumo Pontífice, se coloque en su féretro un “rogito”: un acta escrita que resume su vida, su misión pastoral y los hitos de su pontificado. El papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril de 2025 a las 7:35 horas en el Vaticano, ya descansa junto a este documento, un testimonio que atraviesa las páginas de la historia de la Iglesia con el sello de su humanidad, su humildad y su lucha incansable por los más pobres.
El “rogito” fue incluido este viernes en la ceremonia de cierre y sellado del féretro en la Basílica de San Pedro, donde más de 250.000 personas despidieron al primer papa latinoamericano. Con él fueron depositadas también monedas acuñadas durante su pontificado, medallas de plata y bronce, su anillo de plata de siempre y un rosario de cuentas negras, como símbolos de su austera pero profunda espiritualidad.
El documento comienza con una evocación poética: "Con nosotros, peregrino de esperanza, guía y compañero de camino hacia la gran meta a la que estamos llamados, el Cielo". De inmediato, se indica la fecha y el contexto pascual de su muerte, y se señala que “toda la Comunidad cristiana, especialmente los pobres”, agradeció por su servicio valiente y fiel al Evangelio.
A lo largo del texto, se narra la vida de Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, de padres inmigrantes italianos. Desde su juventud como técnico químico hasta su ingreso en la Compañía de Jesús, su vida estuvo marcada por la vocación, el estudio y el servicio. Fue ordenado sacerdote en 1969 y, tras un recorrido pastoral e intelectual que lo llevó incluso a Alemania, ascendió a obispo, arzobispo, cardenal y finalmente Papa en marzo de 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI.
En el rogito se destacan sus principales gestos y reformas: su elección de vivir en la Casa Santa Marta en vez del Palacio Apostólico, su cercanía con los fieles, sus misas del Jueves Santo en cárceles y centros de exclusión, su impulso al diálogo interreligioso y sus encíclicas sobre temas sociales, ecológicos y espirituales como Laudato si' y Fratelli tutti.
También se subraya su rol durante la pandemia, cuando rezó solo bajo la lluvia en una Plaza San Pedro vacía, un momento que conmovió al mundo entero. En sus últimos años, debilitado físicamente pero firme en su entrega, continuó trabajando hasta el final. El domingo de Pascua, 20 de abril de 2025, dio su última bendición Urbi et Orbi.
El documento cierra con una inscripción solemne en latín: “CORPUS FRANCISCI P.M. VIXIT ANNOS LXXXVIII, MENSES IV DIES IV. ECCLESIAE UNIVERSAE PRAEFUIT ANNOS XII MENSES I DIES VIII Semper in Christo vivas, Pater Sancte!”
(“El cuerpo del papa Francisco. Vivió 88 años, 4 meses y 4 días. Gobernó la Iglesia universal durante 12 años, 1 mes y 8 días. ¡Vive siempre en Cristo, Santo Padre!”)
Así, el rogito no solo acompaña al papa Francisco a su tumba, sino que sella su recuerdo en la historia del cristianismo como un pastor sencillo, decidido y profundamente humano, cuya voz resonó con fuerza en defensa de los más frágiles.