Anunciaron la programación del Festival de Mar del Plata 2023

La 38ª edición del único festival "Clase A" de Latinoamérica, desplazado una semana para no interferir con el balotaje, será una panzada de películas de todo tipo y color.

Todo listo para la 38º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se celebrará entre el 2 y el 12 de noviembre y cuya presentación oficial tuvo lugar el miércoles por la noche en el Auditorio Manuel Belgrano de la Cancillería Argentina. El acto contó las presencias del Presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Nicolás Batlle; el Presidente del Festival, Fernando Juan Lima, y su director artístico, Pablo Conde, además del ministro de Cultura Tristán Bauer y su par de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional Santiago Cafiero, entre otros funcionarios de distintas áreas gubernamentales.

Desplazado hacia principios de mes por el balotaje presidencial, el único festival Clase A de Latinoamérica se realizará en conmemoración de los 40 años de democracia, que también “significan cuarenta años de un cine sin censura”, como destacó Batlle. Bajo ese paraguas se desplegará una programación que, aunque algo reducida debido a cuestiones económicas y al menor parque de salas, buscará radiografiar el estado del cine contemporáneo a través de un conjunto de producciones de todo el mundo, además de la realización de múltiples actividades paralelas.

Los festivales suelen hacer cortos muy breves que dialogan con algún eje temático particular y que luego van exhibiéndose de manera rotativa en la previa de las funciones. El eje de este año será, claro, el aniversario redondo del triunfo de Raúl Alfonsín. “Las piezas están armadas sobre la base de fragmentos de algunas de las más de 700 películas que fueron censuradas durante la dictadura por el Ente de Calificación. En aquel momento se guardaban esos recortes y se hacía un expediente explicado por qué se los había censurado”, recordó Juan Lima antes de puntualizar en la importancia del rol del Estado en el fomento audiovisual. “No hay un festival de la envergadura del de Mar del Plata sin ese apoyo. Los festivales son espacios de libertad, y la misión del Estado es encontrar el difícil equilibrio entre apoyar e intervenir pero sin apropiárselo”, agregó.